martes, 27 de mayo de 2014


Suenan las notas del piano,
como gotas de agua,
como hojas caídas de un otoño dormido,
como páginas de un calendario,
sin darnos cuenta que...
el tiempo es un regalo.

Pero en ocasiones el tiempo se estanca en el pasado
y las puertas de esta prisión no se abren para mí.

Podrán prohibirme que siga mi camino,
forzarán mi voluntad,
pero nunca podrán forzar los designios mi corazón.

De que tenemos que hacer lo imposible
para conseguir que algo sea posible,
pero, lamentablemente los actos
prevalecen sobre las intenciones.

De que para aprender tenemos que caer,
para ganar tenemos que perder.

Que cada minuto es una eternidad
y cada amanecer es comenzar.

Por eso cada mañana
sigo buscando pájaros
que me hagan volar.

No hay comentarios: