miércoles, 14 de marzo de 2012

Desde lo más profundo...

Antes, tan sólo tenía que cerrar los ojos,
para llenarlos de un bello atardecer,
senda de luz en el horizonte.

Antes, tan sólo tenía que alzar la mirada,
para que el cielo se llenara de pájaros,
que batieran sus alas entre nubes de algodón
donde depositar sueños.

Antes, mis manos hablaban, eran pínceles,
que iluminaban faros,
coloreaban el cielo, el mar, los sueños,
... el tiempo.

Ahora, a pesar de tener los ojos abiertos,
mi alma está llena de luz del crepúsculo.

Ahora, no veo pájaros en el cielo,
acallada la brisa que los hacía volar,
sobrevuelan el cementerio de mi corazón.

Ahora mis manos se encuentran atadas
entonando una melodía de silencio.

¿Quién robó mis pínceles?...
¿Quién me robó el color?...
¿Quién me robó ... la magia?.

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